martes, 4 de agosto de 2015

San Juan 16:12

"Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar."

Cada uno tiene un tiempo de maduración, cada persona escucha la palabra de Dios, comprende, aprende, guarda y pone en práctica en tiempos diferentes. Hay personas que pasan este proceso más rápido que otras, personas que tardan un poco más en transitarlo, pero sepa siempre, que Dios comprende nuestros tiempos, entiende lo que precisamos, y otorga todo lo que sabe es conveniente para cada uno de sus hijos. Vea que cuando Gedeón tuvo una pequeña duda, acerca de si él sería suficiente para vencer a los madianitas, Dios lo llevó hasta el campamento enemigo  le permitió escuchar el sueño de uno de los guardias enemigos: "Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián, y llegó a la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó, y la trastornó de arriba abajo, y la tienda cayó" (Jueces 7:13).
Dios sabe lo que precisamos, y sabe en qué tiempo enviarlo: cuando estemos listos para comprender y tomarlo. No dude de Dios, no desista, no se canse, Dios tiene mucho más qué decir y qué entregar, mucho más qué enseñar y qué guiar, pero todo vendrá en el tiempo justo.

viernes, 8 de mayo de 2015

Hebreos 13:7

"Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe."

Es muy simple: siempre habrá personas que querrán enseñarnos más y más acerca de Dios, desafortunadamente, no todas esas personas son de Dios. Es por eso, que el apóstol Pablo nos enseña a mirar y considerar cómo le fue a cada persona siguiendo la palabra que ella misma nos está enseñando. Si vemos en su vida un resultado positivo, real y convincente, ¡bienvenida sea la orientación de ella! Si, por el contrario, vemos en su vida un campo estéril, sin fruto, sin nada positivo que sume, ni en su espíritu, ni en su comportamiento, ni en su familia, ni en sus objetivos ¡mejor huir! No debemos dar oídos a esa persona que, probablemente, traerá problemas en nuestra vida con Dios.
Medite. Sea celoso y celosa de su relación con Dios.

martes, 5 de mayo de 2015

Jeremías 35 "Obediencia de los recabitas"

Es muy interesante ver cómo Dios siempre agota todos sus recursos para hacer que Su pueblo realmente entienda lo que Él quiere enseñar. Es tan importante para Dios guardarnos, librarnos y enseñarnos, que, incluso, envió a Su único hijo al mundo, el Señor Jesús. 
Esta mañana, cuando leí este capítulo, le pedí a Dios dirección y comprensión, a fin de que fuera hecha Su voluntad y no la mía.
¿Cuántas veces Dios no le ha pedido algo, y usted, simplemente, ha mirado en otra dirección? ¿Cuántas veces Dios no lo libró de su propia insensatez? Hay un dicho muy común que dice: "No hay peor ciego que el que no quiere ver". ¿Cuántas veces Dios no le alertó de algo, y usted, por necedad, no hizo caso y luego sufrió las consecuencias y se enojó con Dios? Los recabitas fueron llevados por el profeta Jeremías a un aposento en dónde él les sirvió vino y les pidió que beban. Claramente, Dios le había pedido eso mismo a Jeremías porque quería mostrarle algo. En el momento que Jeremías dijo "Bebed vino" (vers. 5) los recabitas le explicaron que ellos no bebían porque su padre les había dicho que NO lo hicieran, junto con ello, le dio unas indicaciones de lo que NO debían hacer ni ellos, ni sus hijas, ni sus esposas, es decir, todo el pueblo. Y los recabitas habían obedecido rigurosamente ese mandamiento. Cuando lo pienso, imagino la sorpresa que habrá tenido Jeremías en ese momento. 
Luego, Dios mandó a Jeremías a reunir a Su pueblo para pasarles este ejemplo. Observe cómo son las cosas, un pueblo como los recabitas, quienes recibieron el mandamiento de no beber, no tener casa estable, viñedos, en definitiva: a no tener posesiones, obedeció sin quejarse, mientras que el pueblo de Dios, que estaba (estuvo y siempre estará) destinado a grandes bendiciones en todos los aspectos, solo debía ser obediente y fiel a Dios para así conocerlo y Él mismo les entregaría bendiciones abundantes, no quería obedecer... no quería obedecer a alguien que tenía (tuvo y siempre tendrá) mucho más que ofrecerles en comparación al otro que pueblo, que había confiado en la palabra de un solo hombre. Dios se enojó con Israel y Judá, y los regañó. Mientras que bendijo al pueblo recabita por su infinita obediencia.
Hay personas que hacen muchísimos sacrificios materiales para Dios, casi de manera mecánica, y no se detienen a pensar en los que Dios más ama de cada una de sus criaturas: la obediencia en Su palabra. 
Cuando usted cuida de un niño, exige de él que le haga caso, le cuida de todo, le enseña, no se cansa de decirle que debe obedecer su voz para que este a salvo de cualquier cosa y no se mande macanas. ¿No es gracioso que usted le pida eso a un niño y que él lo haga, y que usted no haya hecho caso a la voz de Dios cuando Él le pide lo mismo: obediencia? Medite, ¡Dios espera por usted, lo quiere bendecir abundantemente!
Muchas bendiciones para ustedes en este día.

sábado, 4 de abril de 2015

El amigo que viene de Dios

"Yo me alegré con los que me decían: A la casa del Señor iremos." Salmo 122:1


Recuerdo haber estado en mi casa, hablando por, en aquel tiempo, MSN, con dos amigos: uno de la iglesia, y uno de la secundaria. Hablaba con ambos y nos reíamos de un programa de televisión, creo, no recuerdo bien, y mientras hablaba con mi compañero de la secundaria, estaba como haragana, sabia que debía ir a la iglesia ese día, pero no tenía muchas ganas de hacerlo, prefería quedarme acurrucada en casa (pues, era época de invierno) tomando un té calentito y hablando con él, mientras veía una película, que ir a la iglesia a cumplir con lo que me había comprometido a hacer. 

Mi amigo me dice que debe salir un momento y se desconecta, mientras que el otro, comienza a decirme que estaba preparado para irse a la iglesia (él y yo teníamos la misma responsabilidad en ese momento), y me preguntó si yo también estaba lista. Le dije que tenía muchísima fiaca y frío, que, los más probable, era que me quedara encasa ese día miércoles. El comenzó a decirme, que, si bien era mi decisión, yo era una persona nueva cuando participaba de las reuniones, que era importante ser renovado, y que, además, haría lo que más me gusta: servir. En ese momento, creí que él se estaba poniendo pesado, pero cuando realmente comprendí porqué me decía todo eso, séper que era Dios quien hablaba conmigo y me animaba a ir, a no quedarme acurrucada en casa, a ser activa, a vencer la flojera que tenía en ese momento. Le dije a mi amigo que sí iría, y en dos minutos estuve fuera de casa (abrigada hasta las orejas) corriendo para llegar lo más pronto posible con una hermosa sonrisa en los labios. 
Luego de ese episodio, medité en quién de los dos había actuado como un verdadero amigo, y supe que él, quien me había incitado a no desistir, realmente era mi verdadero amigo. Él había sido usado por Dios para que yo no me desanimara y no me quedara en casa. El diablo se la pasa las 24hs del día luchando para que cada uno de nosotros nos quedemos en casa, sin ir a la iglesia, sin hacer una oración, sin leer la Biblia, sin hacer un ayuno, porque, de esa manera, nos aleja lentamente de Dios. Nunca hay que permitir eso! Uno debe luchar contra el desánimo, la fiaca, la pereza. Este versículo debe ser vivido en su vida. Busque amigos que lo animen cuanto usted esté desanimado, busque personas que quieran ayudarlo cuando usted esté débil. No se engañe, los verdaderos amigos son quienes, cuando es necesario, dicen la más cruel de las verdades para que reaccionemos, ese sí es un amigo que fue enviado por Dios. ¡Alégrese con ellos! Y más cuando lo invitan a no desistir.

miércoles, 1 de abril de 2015

En todo momento, en todo lugar


"Y Él lo tomó y comió delante de ellos"

"Y como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer? Entonces le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel. Y Él lo tomó, y comió delante de ellos." Lucas 24:41-43
Hace muchísimo tiempo, conversé con alguien que me dijo que su mirada de Dios era muy diferente que la de las demás personas. Él me dijo que, para él, Dios era un líder militar que le ordenaba hacer cosas y, él, simplemente las hacía de la mejor manera. Cuando él fallaba, el dolor y la desesperación que sentía eran terribles, pues sabía que un líder militar vendría a cobrarle todo lo que hizo mal. Nunca más me olvidé de sus palabras, no porque las compartiera, que de hecho no comparto, sino porque ésa era su fe.
Mire aquí en este versículo, la delicadeza que Dios tiene con los hombres que estaban en aquel lugar. Luego de su muerte, la gente que lo seguía había quedado muy triste. Cuando resucitó, solo una mujer corrió a dar voces de que lo había visto, pero los demás, hasta ese momento, no lo habían hecho. Estos hombres caminaban rumbo a una aldea cuando se encontraron con Jesús, solo que "...los ojos de ellos estaban velados para que no le conociesen." Lucas 24:16 Jesús conversaba con ellos y era partícipe de todo lo que ellos decían, hasta que, sentados a la mesa, Él bendijo el pan y lo partió para comerlo con todos. En ese instante "...les fueron abiertos los ojos y lo reconocieron..." Lucas 24:31 pero Jesús desapareció de aquel lugar. Los hombres regresaron a Jerusalén para contarles a los discípulos lo que había sucedido, cuando Jesús se pareció ante todos y, absolutamente todos, tuvieron terror de Él. Jesús les explicó que era en verdad Él, resucitado, vivo, carne, huesos, espíritu. Pero todos temían y se maravillaban, más no creían. Es en ese momento, cuando Jesús dice la palabra de Lucas 24:41-43. Observe cuánta ternura, cuánta paciencia, cuánta comprensión: Jesús, el Hijo de Dios, Soberano, Magnífico, comiendo como si lo precisa realmente, enseñándoles a todos que estaba bien, que era Él, que no había cambiado, que estaba con ellos. Eso es ser humilde, y tener amor por sus hijos.
Quizás muchas veces, usted también piensa como aquella persona que me dijo que Dios es un líder militar, quizás usted piensa que Él es cruel y terrorífico: Dios no es así. Dios ama a Sus criaturas, y quiere darles lo mejor. Acérquese a Él, y véalo con sus propios ojos. Se sorprenderá al hallar un ser tan Maravilloso, Real, Amigo, Verdadero, que no es hombre para mentir u ocultarle cosas, o para aprovecharse de usted, nada de eso. Dios se entristece cuando usted sufre, y lo escucha en todo momento, incluso cuando nadie quiere escucharlo a usted, Él está ahí, y, si usted se lo permite, puede ser el mejor Marido, la mejor Esposa, el mejor Amigo/a, el mejor Hermano/a, el mejor Patrón. Dios quiere hacer esto en su vida. Él le demuestra que se contenta cuando usted se contenta, y quiero verlo feliz. No se deje engañar por pensamientos inmundos. Confíe en Dios, y su vida cambiará para siempre.