martes, 12 de enero de 2016

La Reina Vasti

Dice la Biblia que la reina Vasti era una mujer muy bella, creo que por ello era la posesión más valiosa del rey Asuero.           En el capítulo 1 del libro de Ester, la historia comienza contando que el rey realiza un banquete para los principales del reino: príncipes, líderes, señores. En ese momento, el rey reinaba desde la India hasta Etiopía, sobre veintisiete provincias: era un hombre sumamente poderoso. Dicho banquete tenía solo un objetivo: "...en el tercer año de su reinado hizo banquete a todos sus príncipes y cortesanos (...) para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, el brillo y la magnificencia de su poder..." El banquete duró 180 días, 180 días en los que el rey enseñó toda su grandeza. Luego de ello, el rey ofreció otro banquete, que solo duró 7 días. En este nuevo banquete, la Biblia menciona más detalles como el aspecto de los vasos: "...vasos de oro, y vasos diferentes unos de otros..." El rey se tomó las molestias de preparar dos banquetes para mostrar a sus súbditos toda su grandeza, cuidó de todos los detalles, hasta los vasos, usando lo más preciosos, con el cuidado de que todos fuesen diferentes. Su intención era noble, de bien para con su pueblo, ya que también había mandado "...que nadie fuese obligado a beber (...) que se hiciese según la voluntad de cada uno." Imagine a todas esas personas, imagine la alegría en el corazón de ellas: estaban en el palacio real, comían en la mesa junto al rey, escuchaban la música que era para el rey, miraban al rey cara a cara. Todo era alegría, esas personas tenían el privilegio de conocer la grandeza de su rey. Ahora, imagine la honra del rey: veía a sus principales y a su pueblo complacido, con los ojos llenos de placer. Y ahora, el rey deseaba mostrarles a todos su más brillante honra: su esposa, la reina Vasti. Quería que todos la contemplaran y vieran lo bella que era, y toda suya. Estando alegre en el último día de su banquete, mandó a llamar a su esposa y la esperó ansioso, pero ella no aceptó presentarse. 
Antes de continuar, vuelva a leer esas líneas: rey que enseñaba su grandeza al pueblo, pueblo gozoso, rey honrado, rey que quería presentarles a todos su hermosa reina, reina que sería elogiada por sus virtudes... ¿No le parece que eso hubiese sido una honra para Vasti? Ser llamada por su rey, con el fin de ser presentada ante su pueblo como la mujer más hermosa de veintisiete provincias, no una, dos, siete o diez provincias, ¡veintisiete! Y ella se negó, negó ese privilegio, humilló al rey ante su pueblo, y tuvo una actitud completamente contraria a la que su esposo había tenido  para con ella. 
Cuando le trajeron la respuesta de Vasti, el rey Asuero, éste se encendió en ira, pero, ¿cree que solo sintió ira porque su esposa lo humilló públicamente? 
Terminado el banquete, el rey Asuero buscó a los sabios de su reino para preguntar qué hacer con su esposa, y todos le explicaron que la actitud que ella había tenido iba a incentivar a las demás mujeres del reino a volverse contra sus maridos y sembrar el enojo y el descontrol en todos los hogares. ¿Imagine cómo recibió la noticia el rey? La mujer que tanto amaba, su joya más preciada, sembrando el caos en su reino. Ante tal situación, el rey volvió a preguntar qué hacer, y uno de sus sabios le dijo que le quitara la corona de reina a Vasti, y que buscara coronar a otra mujer mucho mejor que ella en su lugar, y que eso sería de ejemplo para todos en el reino de que ninguna mujer podía volverse contra su marido, sino que le debían respeto y sumisión. El rey Asuero concordó y envió el decreto a todas las provincias, incitando, además, a que los hombres afirmasen su autoridad en sus casas. 
El rey Asuero siguió el consejo de sus sabios pero, ¿no cree que le habrá dolido en lo más profundo de su ser, separarse de su reina, la mujer que lo había acompañado en su reinado, su compañera y amor?
Mujeres, chicas, jóvenes... piensen en esto: una sola actitud o palabra puede cambiar para siempre su vida, su entorno y su familia. Vea que si Vasti se hubiera presentado ante el rey en aquel banquete, cumpliendo su petición, siendo honrada por el pueblo, su vida y la de su amado rey hubiese continuado como hasta ese momento: amor, oro, honra, gozo. Pero ella eligió otro camino, ella impuso su voluntad y se negó a su esposo, negó algo que, si usted piensa, no era malo: lo único que el rey quería era honrarla. Por eso, medite en sus acciones, piense antes de actuar, no se deje llevar por el momento. Quizás en el instante en que Vasti recibió el llamado de su rey, en medio de su banquete (porque Vasti también estaba haciendo un banquete para las mujeres al mismo tiempo en que su esposo hacía el suyo) pensó todo lo contrario a lo que realmente era: "Él me trata como a un objeto"; "¿Quién se cree molestándome en mi banquete?"; "Piensa que siempre estaré a su disposición y se olvida de que también soy una persona". Estoy segura de que las mujeres de su banquete se habrían maravillado si la veían responder con amor ante el llamado de su esposo. 
Muchas de nosotras nos dejamos llevar por pensamiento totalmente contrarios, en lugar de comprender verdaderamente lo que sucede, lo que se nos pide. Procure pensar antes de actuar y obedecer, le aseguro que grande será su honra.
Dios los bendiga.

1 comentario:

  1. Una mujer no se exhibe, menos en una condición de embriaguez que tenía Asueto. En esa cultura no es como la nuestra. Ella un aser exhibida desnuda para mostrar su (belleza). Ellos no eran "cristianistos" ni estaban en el espíritu de Dios para PRESENTAR a su esposa. Esa no era la cultura de ese banquete con los Medios y los Persas. El consejo que el rei busco no era el mejor aunque fuera a sabios. La sabiduría viene de Dios y esos hombre no eran sabios del Eterno. Tenemos que ser mujeres como Vasto, no dejarnos usar por nadie como objetos. Tenemos valor. Las escrituras no no habla más de Vasti ni bueno ni malo. La razón por la que Vasti están aseparada haciendo banquete a mujeres era para no mezclarse con los hombres borrachos.

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